Dolor de uñas por Taxol
Contenidos
El examen pedicurio-podológico permite identificar zonas de hiperqueratosis y daños ungueales y periungueales preexistentes o paroniquias. Se recomienda clasificar el síndrome mano-pie en tres niveles de gravedad.
Antes y durante el tratamiento del cáncer, es necesario consultar con un podólogo para prevenir y reducir el síndrome mano-pie, para mantener el tratamiento del cáncer en la dosis prescrita y para garantizar una mejor calidad de vida del paciente.
En el caso del desprendimiento de la lámina ungueal, se recomienda que la onicolisis se califique según la clasificación del Instituto Nacional del Cáncer – Criterios Terminológicos Comunes para Eventos Adversos (NCI-CTCAE).
En el caso de una consulta previa al tratamiento con anticuerpos (anti-EGFR), el podólogo realiza un corte armonioso de las uñas del paciente. La atención podológica instrumental se realiza durante las semanas de pausa del tratamiento
Las uñas y el cáncer
En cada consulta de seguimiento, su médico oncólogo evaluará los efectos secundarios que pueda tener y le sugerirá soluciones para reducirlos o remediarlos. Estas soluciones no son sólo medicinales.
El objetivo de los cuidados de apoyo es ofrecer un enfoque global y multidisciplinar, teniendo en cuenta la individualidad de cada paciente. Ayuda a combatir los efectos secundarios del tratamiento, pero también a actuar sobre las repercusiones de la enfermedad, ya sean físicas, psicológicas o sociales.
Para combatir ciertas lesiones cutáneas y el impacto de la quimioterapia en la imagen corporal (caída del cabello, piel seca, etc.), el socio-estético puede proporcionarle los cuidados y consejos adecuados en función de sus expectativas.
El psicólogo le ayudará a afrontar las repercusiones psicológicas del cáncer, ya sean de autoestima, gestión emocional, interacciones sociales, dificultades de expresión, etc.
Ennegrecimiento de las uñas
La quimioterapia suele ser un tratamiento sistémico. Esto significa que los fármacos viajan por el torrente sanguíneo para alcanzar y destruir las células cancerosas de todo el cuerpo, incluidas las que pueden haberse desprendido del tumor primario de la próstata.
Se están llevando a cabo protocolos de investigación para probar el potencial de combinar la quimioterapia con la prostatectomía o la radioterapia en pacientes con un cáncer más agresivo.
El docetaxel (utilizado en combinación con prednisona o prednisolona) ha demostrado tener un beneficio que prolonga la vida en el tratamiento del cáncer resistente a las hormonas.
En el caso del docetaxel, por ejemplo, el número de inyecciones por semana o por mes (ciclos de quimioterapia) para tratar el cáncer de próstata varía en función de su tolerancia y respuesta al tratamiento.
Una vez que haya completado todos los tratamientos de quimioterapia, su equipo sanitario le dirá si hay otros tratamientos recomendados y qué cuidados de seguimiento tendrá.
Uñas y quimioterapia
La mayoría de los casos de onicomicosis están causados por hongos microscópicos de la familia de los dermatofitos. Sin embargo, algunas levaduras y mohos también pueden infectar las uñas.
Sólo hay dos medicamentos antifúngicos específicos para las uñas en el mercado (Penlac y Jublia) y sólo se pueden adquirir con receta médica. Estos medicamentos están especialmente indicados para los casos más leves de infección, cuando sólo están afectadas las puntas de las uñas.